Fueron cuatro bufandas para estas fiestas. Las rojas son de merino y la blanca y la gris de alpaca. Quedaron muy bien, calentitas y ligeras, el fieltro nuno nunca defrauda. Para mí es una técnica muy agradecida, es laboriosa, pero en cierto modo es mágica. Cuando vas colocando las fibras y haciendo el dibujo que has pensado, después de mojarlo y rodarlo, parece increible lo que resulta, me encanta.
En estas dos, utilicé los mismos colores y el mismo tejido, pero a una le puse flecos y le puse más cantidad de rosa clarito.
Tienen un aire más serio que las rojas porque fueron para unas señoras más mayores, las rojas eran para unas chicas jovencitas.
Espero que la dueñas las disfruten y les guste. Hasta la próxima entrada.